Datos generales sobre los hábitos reproductivos de las mantarrayas
La reproducción de estos peces mantiene algunas semejanzas con la de los tiburones, ya que éstos son sus parientes próximos. Las mantarrayas son peces grandes y al igual que otras especies, se desarrollan dentro de huevos, sin embargo, la madre no los libera, sino que da a luz crías vivas. ¿Cómo puede suceder esto?
Sabemos que los animales que experimentan partos mediante los cuales las crías nacen desarrolladas son llamados mamíferos, y aquellos que ponen huevos son ovíparos. Pero existe otra denominación aplicada a toda especie que se desarrolla en un huevo dentro del cuerpo de la madre y que eclosiona ahí mismo, naciendo vivo. En este sentido, las mantarrayas son animales ovovivíparos.
› Las mantarrayas son animales ovovivíparos, esto significa que se desarrollan en huevos pero nacen sin estos.
Por otra parte, la fertilización es interna e implica la unión sexual de dos individuos. Esto quiere decir que el macho tiene que introducir uno de sus órganos copuladores llamados pterigopodios en la cloaca de la hembra para transferir su esperma y permitir la fertilización.
La edad en la que se alcanza la madurez sexual no es completamente segura, pero se cree que las hembras son más tardías que los machos. En la especie Manta alfredi, las hembras son maduras a partir de los 8-10 años de edad y los machos a los 6 años de edad, aproximadamente, cuando el ancho de su disco tiene unos 2.5-3 metros de diámetro. Las hembras de Manta birostris alcanzan la madurez también entre los 8-10 años o a una edad posterior, mientras que los miembros del género opuesto maduran cuando su ancho de disco tiene 4-4.5 metros. Pese a estos datos, la edad en la que se alcanza la madurez varía de región a región.
La fecundidad es muy baja en comparación con la de otros peces, ya que por lo regular las hembras tienen 1 o 2 crías como máximo a la vez. Las mantarrayas dan a luz aproximadamente 1 vez cada 2-5 años y pueden tener crías durante unos 30 años. Eso sí, la mitad de los nacimientos ocurren durante los primeros 24 o 25 años.
Cortejo y apareamiento
Las épocas de apareamiento son diversas. Al parecer, en Japón la mantarraya gigante se aparea durante el verano y en las islas Maldivas se observó mayor actividad reproductiva durante octubre, noviembre, marzo y abril.
Por supuesto, el apareamiento tiene lugar en aguas cálidas y con frecuencia alrededor de las estaciones de limpieza. Cuando los machos están en celo, acostumbran recorrer “casualmente” las estaciones en busca de alguna hembra receptiva; es probable que ésta libere en el agua hormonas sexuales para comunicar su disposición al apareamiento.
En el “tren de apareamiento”, la hembra es seguida por 25-30 machos disponibles para la cópula.
El proceso de cortejo puede durar algunos días y quizá hasta semanas. Lo que ocurre durante este tiempo es muy interesante: normalmente varios machos se congregan alrededor de una hembra receptiva y compiten entre sí para copular con ella. Esto genera lo que se conoce como “tren de apareamiento”, caracterizado por unos 25-30 machos que, dispuestos uno detrás de otro, siguen los movimientos femeninos a la vez que ella lidera a todos.
Al final de esta prueba la hembra escoge a un macho y éste muerde la aleta pectoral izquierda de su compañera para mantenerla sujeta. Posteriormente se coloca de modo que los vientres de ambos quedan unidos, e inserta uno de sus pterigopodios en la cloaca femenina. La copulación dura varios segundos y por lo general la hembra se mantiene quieta. Una vez que el apareamiento se realiza el macho se aleja y no vuelve para tomar parte en el cuidado parental.
Incubación
Tras la fecundación la cría o crías se desarrollan en huevos que se encuentran en el útero materno. En el interior del huevo los embriones son alimentados gracias a la yema.
La hembra alberga los huevos durante aproximadamente 1 año (12-13 meses) hasta que se produce la eclosión. Entonces, las crías nacen vivas e independientes desde el primer momento en que salen del cuerpo materno. El parto suele ocurrir durante la noche y en aguas de baja profundidad.
Su expectativa de vida está estimada en al menos 40 años.
Cuidados parentales
Las “pequeñas” mantarrayas pueden medir más de 1 metro de diámetro, y dado que poseen pocos depredadores naturales, no necesitan cuidados parentales como tal. Durante el primer año de vida, las crías tienden a duplicar su tamaño.
Se cree que estos animales tienen una larga expectativa de vida y su longevidad está estimada en al menos 40 años.